Tacos y Tacones es una comedia que se cuenta a través de cinco actos. Se desarrolla durante la tarde y noche de un día cualquiera. Todo comienza en el consultorio de María, una psicóloga de singulares características, quien va develando sus reprimidos conflictos a lo largo de la obra. Delicia y Clotilde, ambas prostitutas, son pacientes de María, involuntariamente comparten el tiempo de sesión programada para una de ellas, esto genera aprietos y enredos que desatan una sorpresiva catarsis general. En el tercer acto, dos jóvenes, pintores de ambientes, realizan el cambio de estenografía. Ellos cuentan con destacada frescura, picardía y humor, los desacuerdos y las tensiones que aparecen a la hora de abordar la responsabilidad de su trabajo. Finalmente, en la vía pública, Maria, Delicia y Clotilde experimentan un sorpresivo encuentro con Florindo, un personaje de apariencia extravagante pero emocionalmente sensible, que luego de años de haber perdido la memoria, se enfrenta a sus recuerdos más perturbadores y a su propia identidad. Esto provoca desopilantes situaciones, ya que Florindo, es el factor común de los traumas psicológicos que padecen la psicóloga y sus dos pacientes en cuestión. El amor en todas sus expresiones, las elecciones o las imposiciones con las que se sortea la vida, las oportunidades o la falta de ellas, las etiquetas, los sueños, la soledad, la realización personal, son algunos de los temas que esta historia plantea desde el humor, entendiendo que no son la edad ni los rótulos los que limitan la felicidad, sino, el rendirse ante las dificultades.